Las inundaciones desatadas por lluvias torrenciales en el este de Kentucky, Estados Unidos, han matado al menos a 35 personas, entre ellas cuatro niños. El gobernador del Estado, Andy Beashear, ha asegurado este lunes que la cifra de víctimas mortales aumentará en las próximas horas.
Las autoridades han redoblado los esfuerzos para proporcionar comida y refugio a miles de desplazados. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos ha pronosticado lluvias y tormentas continuas hasta el martes 2 de agosto, lo que puede dificultar las labores de rescate.
Desde el pasado jueves, miembros de la Guardia Nacional de Kentucky, de Tennessee (vecino del sur) y de Virginia Occidental se han sumado a los agentes de la policía y del Departamento de Pesca y Vida Silvestre locales para rescatar a los supervivientes.