#EditorialUH

Por Redacción UH

Estimados diputado y diputada, ya nos contaron que van a Roma, tómense una foto en la Fontana de Trevi y tomen de un merecido descanso en la Toscana, en esta época es bien bonita.

Si hacen la cabuda con algo de los 7 mil dólares que les han dado de viáticos, aborden un Uber y se dan una vueltecita por San Marino y averigüen donde juega el Inter de Milán para coincidir.

Traten de bañarse en la “Cala Rossa:, la playa más linda de Italia, y cómprenle, si le sobran unos cuántos dólares, un recuerdo a su colega Velásquez Parker, porque al pobre no le alcanza el dinero para ir.

En Roma se habla italiano y se come la mejor pizza del mundo, según dicen. No dejen de practicar su italiano fluido, ya que ustedes han sido escogidos como los representantes de todos los salvadoreños y nos tenemos que ver bien.

Sabemos que van limitados en sus gastos, pero creemos que es importante darle prioridad a sus viáticos. Atender el requerimiento del hospital Rosales que se ha quedado sin insulina eso no es prioridad, que les quede claro que son ustedes.

Sabemos también que es imposible que puedan atender a los alumnos de una escuela en Ahuachapán que están recibiendo sus clases bajo la lluvia, porque no tienen ni láminas buenas, mucho menos pupitres. No se preocupen, eso puede esperar, la educación de esos niños no es tan importante.

Como ciudadanos electores les expresamos nuestras apreciadas disculpas por no poder incrementarles más sus dietas y bonos, y que es comprensible que no les alcance para el gasto con esos sueldos tan miserables de 4 mil dólares mensuales.

Como seguramente harán escala en Miami, traten de hidratarse y cómprense una almohada especial para su cuello, nos interesa que vayan y regresen lo mejor posible. Viajar en primera clase es sumamente cansado, los comprendemos.

Y lo último, pero no menos importante, recordarles que monseñor Romero, próximamente San Romero, era un apóstol de los pobres y algo me hace pensar que, si viviera, recurriría a ustedes solo para decirles que dejen esos viáticos para su querido “hospitalito”, donde se atiende a personas pobres enfermas de cáncer.