Los últimos suicidios que se han registrado en el interior de la Policía Nacional Civil (PNC) son producto del alto nivel de “stress” por el temor a ser atacados por los pandilleros y la difícil situación económica que viven los agentes, según el diputado Rodrigo Ávila.
El problema económico y social y de seguridad que afecta a todos los salvadoreños también afecta a los policías que están expuestos a la persecución suya y la de su familia por parte de los pandilleros, explicó el también exdirector de la PNC.
Lo más grave es que los policías tienen que esconderse en las comunidades donde viven y decirle a los vecinos que no trabajan como policías, sino en otro tipo de empleos para poder sentirse un poco seguros, añadió.
“Estas señales de alarma que se están dando al interior de la policía tienen que ser atendidas. No podemos seguir en nuestro país viviendo este drama. Hemos perdido la libertad… un cipote no puede ir a ver una cipota que vive en otra colonia. Estamos en una situación verdaderamente desgarradora”, dijo Ávila.
La agente María Cristina Maldonado González, de 45 años, quien estaba destacada en la Delegación San Salvador Centro, se quitó la vida con un arma de fuego cuando estaba de visita donde un familiar en la colonia Bosques de la Paz, el pasado lunes.
Otro incidente, que costó la vida a una miembro del Grupo de Reacción Policial (GRP), ocurrió al fina de una fiesta navideña. Del hecho se acusa al agente Juan Josué Castillo, quién hirió y desapareció a la mujer policía.