El diputado por el partido Cambio Democrático (CD), Juan José Martel, advirtió que lo que ARENA pretende es privatizar el organismo que va administrar y distribuir el agua, lo que es peligroso porque podría darle al recurso el carácter de mercancía y colocar su explotación y distribución en función de un negocio y no de suplir una necesidad básica de la población.
El parlamentario aclaró que el agua por Constitución no puede ser privatizado, porque «el agua debe ser considerado un bien social, un bien de todos los salvadoreños, y no debe de estar sujeta a decisiones que tengan que ven con negocios», porque entonces estará en función de la ganancia y la riqueza.
«Si los grupos que manejan el agua están vinculados a los privados, la visión del agua va a ser en función de los negocios, va a ser en función de la ganancia, en función de la riqueza y no en función de suplir una necesidad importante de la ciudadanía», agregó Martel.
Aunque ARENA, por medio de sus diputados, ha repetido una y otra vez, y lo continuará haciendo, de que no privatizará el agua, todo apunta a que «encubiertamente» su propósito es hacerlo, bajo la excusa de lograr un funcionamiento óptimo en la administración y distribución del recurso.
El proyecto de la Ley Integral del Agua de ARENA, que cuenta con el apoyo del resto de partidos, con excepción del FMLN y CD, contempla la creación de una institución autónoma que trascienda los periodos presidenciales, es decir que se cambie de dirección superior cada quinquenio presidencial.
Además contempla un mecanismo de suministro alterno para abastecer a las comunidades por medio de recolectores de agua, mediante el tratamiento de aguas lluvias, así como la creación de consejo nacional para el óptimo funcionamiento de la administración y distribución del líquido.
En respuesta a los intentos privatizadores del agua por parte de ARENA, la Iglesia Católica se pronunció en contra de dicho proyecto, por tratarse de un asunto de vida o muerte, especialmente de las familias más pobres del país, que no tendrían la capacidad económica de pagar un servicio privado de distribución del recurso.
Aunque han habido una serie de manifestaciones en las calles de San Salvador en oposición al proyecto, dirigido por ARENA, este jueves empleados y estudiantes de la Universidad de El Salvador llegaron a la Asamblea Legislativa a protestar contra la privatización, y pretendieron ingresar por la fuerza al salón azul, donde se tenía pensado someter el proyecto a discusión de los diputados.
Los manifestantes universitarios quebraron vidrios de la puerta del acceso principal al Congreso, lo que obligó al despliegue de un contingente de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) de la Policía Nacional Civil, que tuvieron que lanzar gas pimienta para evitar el ingreso de los manifestantes, que enardecidos expresaron su malestar por el intento arenero de privatizar la administración y distribución del recurso hídrico.