Elementos de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA) y la Policía Militar de Honduras, asestaron un duro golpe contra la pandilla 18, al capturar a siete cabecillas que vivían en lujosas residencias.
Las capturas fueron efectivas gracias al seguimiento que se les dio a los delincuentes por varios días, y se determinó que eran los responsables de ordenar y dirigir los delitos cometidos en la zona norte del país centroamericano.
La operación también dejó el decomiso de uniforme militares, chalecos antibalas con logos alusivos a una división especial de la policía, pasamontañas y armas de fuego entre ellos cinco fusiles de guerra, y una camioneta blanca de lujo.
Entre los detenidos se encontraban dos menores de edad quienes serán liberados, debido a que la ley hondureña los clasifica como persona de la niñez.
Foto cortesía: laprensa.hn