En menos de 24 horas el expresidente de la República, Mauricio Funes, ha intensificado los ataques hacia el alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, ante las recientes críticas que hiciera el jefe edilicio al Gobierno central, por los recortes al Ministerio de Educación, y por la falta de voluntad de los partidos políticos en declinar el cobro al Estado, en concepto de deuda política.
«El deficit de recursos para educación no es de hoy. Lo curioso es que esta reflexión no se la escuché a Bukele en las elecciones del 2015 cuando ganó la alcaldía de San Salvador e hizo campaña con la deuda política que pagó Hacienda al FMLN. La crítica la hace ahora que no participará en la contienda electoral del 2018», fue uno de los señalamientos del exmandatario.
Asimismo prosiguió, «Este es el vivo ejemplo de una posición hipócrita y populista. Cuando Nayib Bukele fue candidato del FMLN en el 2012 y en el 2015 no cuestionó la deuda política que Hacienda entregó a los partidos políticos. Tampoco propuso que esos recursos se entregaran a las escuelas o a los hospitales. Como esta vez no competirá en las elecciones del 2018 y tampoco tiene derecho al pago de la deuda en el 2019 entonces critica al gobierno y a los partidos por recibirla #PuraFarsa «.
Funes a lo largo de sus publicaciones de ataques las cuales han sido ocho específicamente, también critica al alcalde y le cuestiona ¿Cómo llevará a cabo lo que está prometiendo?, debido a que Bukele ha tenido la oportunidad de dirigirse a grandes concentraciones de salvadoreños residentes en Estados Unidos que respaldan la candidatura presidencial del edil.
Sin embargo, al inicio de una de sus publicaciones hace referencia a los señalamientos de Bukele en criticar la reducción en Educación, posteriormente Funes dice: «Yo no critico a Nayib por señalar que el gobierno ha reducido el gasto en educación».
Las reacciones de los usuarios de redes ante los ataques del exjefe de Estado no se han hecho esperar, y la mayoría recrimina a Funes la falta de autoridad para criticar, más cuando se encuentra asilado en Nicaragua, huyendo de la justicia salvadoreña, tras ser encontrado culpable por enriquecimiento ilícito, debido a que su patrimonio engrandecido después de dejar la presidencia, no lo ha logrado justificar.