El vicepresidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (CAMAGRO), Gustavo Moreno, sostiene que la inseguridad es uno de los peores cánceres, y el más grande deterioro de la agricultura en el país. A la vez, considera que dar un nuevo empuje a la Policía Rural podría ser la salida a este mal que golpea al país.
Según explica, el impacto de la inseguridad es tal que hay agricultores que ni si quiera pueden llegar a sus propiedades porque no se los permiten y para sacar sus cosechas tienen que sacar ciertas cantidades de dinero en concepto de extorsión.
La caficultura es uno de los sectores más golpeados por la inseguridad, según Moreno, quien también recordó que en su momento la Policía Rural tuvo un rol disuasivo porque había presencia de la autoridad en el territorio.
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“Estamos convencidos de que el sector agropecuario debe ser prioridad en el país por varias razones: incentiva y dinamiza la economía generado de inmediato ingresos a las zonas más vulnerables en el país”, dijo.
Mario Acosta, expresidente de la Fundación Salvadoreña para la Investigación del Café (PROCAFE), también dijo recientemente que avala se le apueste a la Policía Rural y advierte que debe ser una propuesta amplía que fortalezca las competencias de los agentes, “una fuerza especializada que conozca el campo”, añadió.
A su juicio, el problema de la inseguridad en las zonas rurales se profundizó a raíz de la migración delincuencial, es decir cuando los delincuentes huyeron de las zonas urbanas y se trasladaron a las zonas rurales. Desde entonces las actividades productivas están sujetas a diferentes actos ilícitos, según el caficultor.
Luis Felipe Trigueros, coordinador del Plan de Seguridad de la Asociación Azucarera, explicó que los problemas de seguridad han sido reincidentes y los delitos más comunes son las extorsiones y las quemas no programas o delincuencial.
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“El año pasado tuvimos la muerte de un cañero… la gente se siente insegura, y ese nivel de extorsión que se tiene afecta la productividad de la zafra”, explico Trigueros.
El vicepresidente de CAMAGRO, reiteró que la agricultura no solo necesita políticas de incentivos, también necesita de políticas de fortalezcan la seguridad en zonas productivas. Entre más seguridad hay más incentivo para apostarle al sector productivo.