La instrumentalización y manipulación de las instituciones por parte de la derecha a su beneficio, en la actualidad, se asemeja a lo que El Salvador vivió en la época de los años 80 en que el país vivía una crisis por falta de democracia y la población solo era víctima de las arbitrariedades que cometían los gobiernos.
Esta vez, una derecha desesperada en sus intentos por tener de nuevo el poder de Estado se afana en desestabilizar y obstaculizar la democracia en el país, atacando a toda costa a sus adversarios y en especial al partido en formación, nuevas Ideas, que según las encuestas tiene el apoyo de la mayoría de salvadoreños y ganaría en primera vuelta las presidenciales de 2019.
Los resultados de las encuestas, el apoyo y aceptación que ha tenido Nuevas Ideas dentro y fuera del país empañan a la derecha su meta hacia la silla presidencial y los ha llevado a dedicarse a hacer críticas irracionales y destructivas.
A parte de lo peligroso de sus declaraciones en desafiar la Constitución y las leyes, este tipo pretende llegar a gobernar con ésta matoneria?
La prepotencia y arrogancia no debe ser tolerada en políticos, estas son "ideas" y acciones del pasado.
Cada vez son menos los que engaña pic.twitter.com/GrGeNXkhSu— Martha Evelyn Batres (@Tita_Batres) 2 de julio de 2018
Es por ello que el pasado 1 de julio y ante amenazas de muerte y desestabilización, el aspirante presidencial de Nuevas Ideas, Nayib Bukele convocó a una protesta para pedir que se respete la democracia y que sea el pueblo quien escoja quien gobernará el país.
El evento, en que asistieron miles de salvadoreños de varios puntos del interior del país, fue criticado por los que despotrican contra el partido en formación, quienes lo acusaron de pasar sobre la ley la voluntad del pueblo y desafiar la Constitución. Sin embargo, la concentración fue pacífica.
Cabe destacar que el candidato presidencial de ARENA, Carlos Calleja, según las encuestas, está por debajo de los resultados y aceptación que ha tenido Bukele. Estas reflejan que los salvadoreños están cansados del bipartidismo, la corrupción y de las políticas desfasadas de los partidos políticos convencionales.