Huyendo de la pobreza y de la violencia, más de 2,500 hondureños comenzaron la ruta para Estados Unidos. Tras entrar en Guatemala, se dirigen ya hacia México, con el fin de lograr el sueño americano, donde tienen la intención de solicitar una visa humanitaria.
Ante eso, el gobierno de México desplegó a decenas de policías federales, militares y agentes de Migración en Tapachula, Chiapas, fronteriza con Guatemala.
El presidente Trump dice que suspenderá ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador si no se detiene la caravana de inmigrantes.
«Estados Unidos ha informado fuertemente al presidente de Honduras que si la gran caravana de personas que va hacia EE.UU. no se detiene y regresa a Honduras, no habrá más dinero o ayuda a ese país, efectivo inmediatamente», tuiteó el mandatario.