Decorado con figuras de vivos colores, que caracterizaron su pintura, el féretro con los restos del artista Fernando Llort reposó este martes durante la misa de cuerpo presente y luego recorrió las principales calles de La Palma, en Chalatenango, para luego ser sepultado en un terreno privado, del municipio, compliéndose así su última voluntad, de quedar para siempre allí, como La Semilla de Dios, como él llamó a su taller donde enseñó el oficio a los lugareños.
La Palma y El Salvador se vistieron de luto desde el viernes 10 de agosto, cuando se conoció la triste noticia del fallecimiento del maestro, como era llamado entre los lugareños, pues fue Fernando Llort quien les enseñó, diligente y pacientemente el arte de decorar y pintar en madera y en diferentes materiales, como semillas de copinol, por lo que el artista será recordado con mucho cariño.
Durante el recorrido de sus restos mortales, los palmeños, familiares y amigos de Llort quien falleció a la edad de 69 años, portaban cuadros, cruces y otras artesanías con motivos creados por él. Incluso algunos iban vestidos con prendas decoradas con varias de sus creaciones en pintura.
El terreno privado, que Llort escogió en vida para ser sepultado, fue el lugar donde dio rienda suelta a su inspiración que lo llevó a lograr su desarrollo artístico, el cual compartió también con los artesanos de La Palma, quienes han continuado con su legado, gracias al cual el nombre de El Salvador también es conocido en muchos países.