El Tribunal Supremo Electoral (TSE) resolvió este jueves cancelar al partido Cambio Democrático (CD) a fin de boicotear la participación de Nayib Bukele en las presidenciales de 2019.
Ante los bloqueos del TSE en la inscripción del partido en formación, Nuevas Ideas, Bukele optó por inscribirse como candidato presidencial de Cambio Democrático, ante esto, la Sala de lo Constitucional solicitó al TSE inhabilitar al partido.
Finalmente, el TSE logró su cometido de cancelar al CD tras una encerrona donde no hubo espacio para que los medios pudieron informar sobre el hecho.
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Lo más llamativo es que la decisión de cancelación en el caso concreto del CD violenta la ley, lo que hace que los magistrados caigan en el delito de prevaricato, el cual es no cumplir con lo que la norma jurídica establece.
Y es que el CD gozaba del respaldo de la misma Ley de Partidos Políticos (LPP), ya que en el artículo 47, se establece la negativa donde ningún partido que tenga representación de al menos un legislador puede ser cancelado.
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No obstante, esto no importó a los magistrados que dirigidos por sus patrones, es decir los partidos, procedieron a cancelar el CD a pesar que los tiempos ya no daban.
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