La crisis inflacionaria en Panamá ha causado que enfrente una de las manifestaciones más grandes de su historia, en las cuales se protesta por los altos costos de vida, a dos semanas de su inicio y a falta de soluciones, los manifestantes cerraron las calles e incluso se han producido intentos de saqueo en diversos puntos.
También, los grupos indígenas se sumaron a las protestas, exigiendo la titulación de sus tierras, que se han visto invadidas y dañadas por agentes externos a la comuna. «Los colonos (no indígenas) están invadiendo nuestras tierras de manera legal, talando árboles, contaminándonos el ambiente. Hemos conservado el lago (Bayano) para que funcione de manera exitosa. Nosotros somos los que cuidamos, y vienen invasores», denunció el portavoz de la comarca infigena Madugandí, Linares García.
Por otra parte, ahora los camiones que transportan mercancías, especialmente aquellos que cargan alimentos frescos, son escoltados por las autoridades para evitar saqueos y permitir su llegada al punto de destino.
Por ahora, se vuelve a instalar una mesa de diálogo entre el gobierno panameño y los grupos civiles para lograr una cuerdo satisfactorio para el pueblo.