«Si te gusta el agua, tenes que pagarla», esta fue una de las respuesta que recibieron los protestantes contra la ley del vital liquido.
Dicho conversatorio, en el que sucedió la trifulca, trataba sobre el futuro del agua en el país organizado por el Movimiento Libertad, en el que se discutía sobre la ley, su finalidad y el alcance que tendría su aplicación.
Los protestantes se encontraban escuchando el convervatorio al momento que decidieron, con pancartas e insultos, interrumpir a los ponentes.