Todos los 2 de noviembre desde hace varias décadas, en El Salvador se le hace honor a quienes dejaron de estar presente entre nosotros. La mayoría de salvadoreños asisten a los cementerios para dedicarle tiempo a los seres queridos que han dejado de ser parte de este mundo, pero que su legado aún continúa en sus corazones.
Se puede observar grandes cantidades de personas a los alrededores de los cementerios. Hay ventas de comida, pero sobre todo, una diversidad de puestos donde las flores son lo principal. Se venden coronas y arreglos, flores naturales y artificiales, además de otros materiales que sirven para decorar las tumbas.
Este año a raíz de la creciente delincuencia en nuestro país, los campos santos fueron custodiados por elementos de la Policía Nacional Civil (PNC).