Para el economista y exministro de Hacienda, Rigoberto Monge, la posibilidad de caer en un segundo impago en los compromisos provisionales del Estado, revela la ineficiencia en la gestión fiscal del gobierno.
A finales de abril pasado, el Ministerio de Hacienda no pagó los certificados de inversión provisional (CIP) vencidos a las Administradoras de Fondos de Pensiones, lo que propició que se bajara la calificación de la deuda soberana y que el gobierno recurriera dos semanas después a buscar la aprobación de los diputados de una reordenación de recursos de otras carteras de Estado para saldar dichos compromisos.
Ante la posibilidad de caer en un segundo impago, Hacienda recurrió la semana pasada a la misma solicitud ante los legisladores, que le aprobaron la reordenación de $33 millones para pagar parte del saldo que se vencerá a principios de julio. Sin embargo ahora se habla de una segunda redistribución de fondos por $28 millones para completar el pago de los CIP más $15 millones para pagar las pensiones de julio a los militares «jubilados».
Esta forma de llevar las finanzas públicas por parte del Ministerio de Hacienda y el gabinete económico, lo que explica es que existe «una deficiente gestión en la administración fiscal del gobierno en los últimos ocho años», insistió el analista de temas económicos.
«A esta gestión que yo la considero con deficiencias en las distintas etapas del proceso de fiscalizad, es decir desde el momento que se hacen las estimaciones de recaudación de ingresos, la estimación de los montos presupuestarios y la estimación del crecimiento de la economía. Todas esos parámetros que son fundamentales para una buena gestión de fiscalidad, yo puedo ponerlas en entre dicho», agregó.
Según el exministro de Hacienda, en la elaboración del presupuesto «uno pueda fallar en un margen de error de cero a cinco por ciento en las estimaciones, pero de eso a crear partidas presupuestarias sin la asignación correspondientes hay una gran diferencia que se llama deficiencia en la gestión, administración y distribución de los recursos del fisco», reiteró.
Finalmente comentó que también hay elementos de carácter político dentro de este proceso, los cuales son utilizados por el gobierno para «poder generar pesos y contrapesos en su negociación del temas fiscal y el tema de pensiones con la contraparte de ARENA y los otros partidos políticos en el plano legislativo».