El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso al Congreso extender el Estatus de Protección Temporal (TPS), del que aún se benefician ciudadanos de países como El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití y del programa DACA, a cambio de que le aprueben el presupuesto para construir el muro en la frontera con México, para evitar que ingresen al país migrantes de forma ilegal.
Según la oferta de Trump, cerca de un millón de migrantes de esos y otros países podrían ser expulsados a partir de este año de Estados Unidos, cuando caduque el TPS, serán beneficiados con la extensión de su status temporal a cambio de que el Congreso apruebe el financiamiento para construir la barrera de acero.
Su propuesta consiste en prorrogar tres años un estatuto de protección temporal (TPS) que permite a unos 300,000 inmigrantes trabajar sin permiso de residencia. La administración había suspendido ese programa para los ciudadanos de varios países tras la llegada al poder del multimillonario republicano.
Además ha dicho que prolongará tres años el permiso de residencia temporal creado por su predecesor, Barack Obama, para beneficiar a los cerca de 700,000 “dreamers” (soñadores), como se denomina a aquellos que ingresaron ilegalmente de niños a Estados Unidos con sus padres, con el objetivo de estudiar en la Unión Americana.
Con el anuncio, el mandatario busca poner fin a casi un mes de cierre temporal de su administración, que ha sido provocado por la disputa que él mantiene con los demócratas, quienes niegan sus votos para aprobar los 5,700 millones de dólares que ha solicitado para levantar la barrera migratoria en la frontera con su vecino del sur.
Pero antes del anuncio de Trump, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, ya había rechazado esa oferta cuyo contenido había sido revelado por la prensa, lo que hace vislumbrar la continuación del cierre del gobierno, que tiene a varias instituciones con planillas reducidas o empleados sin cobrar desde hace casi un mes.