Recientemente, el presidente de la República de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, emitió declaraciones confirmando respaldo al gobierno del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, a pesar de la convulsión social que se vive en el país centroamericano, al grado que los muertos se contabilizan alrededor de 300 personas.
Caso contrario, su homólogo de Costa Rica, Carlos Alvarado, expresó su preocupación por la crisis política en Nicaragua. “Hemos condenado estas acciones y seguiremos levantando nuestra voz de manera firme y vehemente en los distintos foros como corresponde clamando y dando rutas para que haya soluciones a lo que consideramos un problema que afecta a la región”, dijo Alvarado a medios internacionales.
Esta semana se cumplen tres meses desde que comenzaron las manifestaciones en Nicaragua, inicialmente contra la reforma de las pensiones y posteriormente evolucionaron hacia masivas protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega. La violencia ha dejado más de 350 muertos y 1.830 heridos, ante lo cual Alvarado reitera: «hemos condenado estas acciones y seguiremos levantando nuestra voz de manera firme y vehemente en los distintos foros como corresponde clamando y dando rutas para que haya soluciones» en Nicaragua, dijo.