A causa de una crisis por el narcotráfico, la inseguridad en Costa Rica se ha disparado, llegando a contabilizar 824 homicidios hasta el 22 de noviembre del presente año. Cabe destacar que, con esta cifra, 2023 se convierte en el año con mayor violencia en el país.
Sin embargo, el presidente costarricense, Rodrigo Chaves, ha acusado a la prensa, a la Asamblea Legislativa, al Poder Judicial y hasta a los consumidores por esta subida en el crimen. De igual manera, Chaves intentó proponer diversos proyectos de ley para cesar la ola de violencia.
No obstante, el mandatario abandonó el día de ayer estos esfuerzos y su responsabilidad de combatir la criminalidad y desconvocó los proyectos de ley presentados ante el Congreso, asegurando que «no lo dejaron trabajar».
«A partir de este momento, el Congreso tiene la absoluta responsabilidad, sin participación del Ejecutivo, de generar las leyes que garanticen la desactivación, eficaz y contundente, contra los grupos de crimen organizado», alegó Chaves.