El presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), Marco Fortín, entregó al presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, hasta la semana recién pasada el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento de El Salvador (PLANAPS), que busca universalizar los servicios en el año 2039.
El Plan, presentado a menos de año y medio para Sánchez Cerén deje su cargo, hace énfasis en la falta de un marco jurídico que regule todos los usos del agua, para contribuir al desarrollo del subsector ante la falta de aprobación de la Ley General de Aguas en la Asamblea Legislativa.
“La apuesta de ANDA y como un mandato del señor presidente de la República es precisamente continuar sobre esa vía que apuesta por el desarrollo continúo: el agua es desarrollo e implica un retraso como sociedad el no reconocerla como un derecho constitucional de todos los salvadoreños”, dijo el titular de la ANDA al hacer la entrega del documento al mandatario.
El plan busca, entre otros objetivos, alcanzar la meta 6 de la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que se refiere a garantizar la disponibilidad de agua, la gestión sostenible del recurso y el saneamiento para todos los salvadoreños.
Por su parte, el jefe de Estados afirmó que: “Con esta política ponemos en marcha una profunda transformación institucional que tendrá un impacto positivo en los sistemas comunitarios, rurales, metropolitano, y urbano de distribución de agua, mejorando la calidad, y asegurando una cobertura óptima de alcantarillado y saneamiento básico”.
La elaboración del PLANAPS tuvo un costo de un millón 950 mil dólares, que fueron financiados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).