Los casos de emergencias continúan sucediendo a diestra y siniestra en la red de hospitales nacionales, y la población no percibe una mejora en el sistema de salud, a tal grado, que los pacientes denuncian falta de insumos para llevar a cabo sus tratamientos.
Si bien en junio de este año los diputados aprobaron un préstamo de $170 millones para mejorar el sistema de salud, este desembolso lleva un engorroso proceso el cual dura seis meses, sin embargo, las emergencias de la población no pueden seguir esperando.
Ante ello, los políticos no tienen propuestas para atender dicha necesidad del momento, y están más ocupados en hacer campaña, que en cumplir el rol por le cual fueron elegidos, es decir, velar por el bienestar de la población.
Los políticos, normalmente se justifican diciendo que no hay fondos por el momento para subsanar las precarias condiciones de los hospitales nacionales, pero si hay dinero para que el Estado salvadoreño desembolse más de $20 millones en deuda política, es decir, dinero para que los partidos paguen su campaña política.
Dicha actitud parece mostrar, que no tienen prioridades, sino deseos de seguir en el poder a costa del sufrimiento de la población.