El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Edward Cotto, informó que según las investigaciones sobre el desaparecimiento de la agente del GRP, Carla Ayala, se presume que su cadáver fue enterrado en un cementerio de San Francisco Javier por familiares del policía prófugo, Josué Castillo Arévalo.
Castillo Arévalo, excompañero de Ayala, es el principal sospechoso de haber lesionado a la agente Ayala y luego desaparecerla, tras una fiesta de fin de año que se celebró en las instalaciones del GRP, el pasado 29 de diciembre.
Cotto añadió que hay indicios fuertes de que los familiares del ex agente prófugo enterró el 31 de Diciembre a un familiar, sin que nadie confirme el velorio y que para ello se valieron de una acta de defunción que pidieron a un médico de Ilopango, quien la extendió sin haber visto el cadáver.
«Hay una fuerte sospecha que el cuerpo enterrado por los familiares de Castillo es el de Ayala», dijo el director de la PNC, por lo que custodiarán la tumba donde está enterrada la «supuesta» familiar de Castillo Arévalo y solicitarán que la Fiscalía General de la República pida al juez respectivo la exhumanción del cadáver, aseguró el jefe policial.
Cotto agregó que no se hizo ninguna velación del «supuesto familiar» y que un día antes abandonaron una vivienda en Soyapango.
Desde el pasado viernes y mientras se no se realice la exhumación del cadáver, agentes de la PNC custodian la tumba día y noche para evitar que el cuerpo pueda ser extraído, dijo el director de la corporación policial.
Por su parte el fiscal General de le República, Douglas Meléndez, afirmó más tarde que ya está en trámite la autorización judicial para exhumar el cadáver en el cementerio de San Francisco Javier, que se presume es de Carla Ayala.