Entre el 19 de abril y el 31 de mayo, 1.995 menores fueron separados de sus padres tras haber sido detenidos en la frontera, los niños, muchos menores de cinco años, han sido llevados a centros de acogida hasta que un juez decida si permite al menor permanecer en Estados Unidos legalmente o si debe ser deportado a su país de origen.
Esta nueva medida ha provocado un aluvión de críticas al gobierno de Donald Trump y como consecuencia, Estados Unidos anunció su abandono al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
El Santo Papa se pronunció antes las medidas «inhumanas» de Donald Trump de separar a los menores de sus padres de familia.
«La dignidad de una persona no depende de que sea ciudadano, migrante o refugiado. Salvar la vida de quien escapa de la guerra y de la misera es un acto de humanidad» Publicó en su cuenta de twitter el Papa.