Los casos de corrupción que se han suscitado en el país por parte de altos funcionarios se han vuelto incontables, muchos de los cuáles han generado la indignación entre la población al habérseles aplicado juicios abreviados cuando debieron recibir todo el peso de la ley.
Uno de los casos más emblemáticos es el del expresidente de la República Elías Antonio Saca, acusado por los delitos de asociaciones ilícitas, peculado y lavado de dinero y activos, al desviar más 301 millones de dólares de fondos públicos de Casa Presidencial a sus cuentas personales, recibiendo una condena de solo 10 años de prisión tras recibir un juicio abreviado.
«Los procesos abreviados deberían de ser para otros delitos, menos para el robo o lavado de dinero. Mala señal está enviando la FGR, no sólo al país, sino al mundo», enfatizó el Padre Edwin Baños, ante este y otros casos en los que la justicia salvadoreña ha actuado favoreciendo a varios funcionarios que han cometido actos de corrupción contra el Estado.
El caso más reciente es el de la esposa de Saca, Ana Ligia de Saca, quien fue sentenciada a una pena de 3 años de prisión que será sustituida por trabajo de utilidad pública, tras haber declarado el delito de lavado de dinero.
Los “procesos abreviados” deberían de ser para otros delitos, menos para el robo o lavado de dinero. Mala señal está enviando la @FGR_SV, no sólo al país, sino al mundo.
— Padre Edwin Baños (@padreedwinbanos) 4 de abril de 2019