El exdiputado por ARENA, Norman Quijano, ha sido señalado por los delitos de Agrupaciones Ilícitas y Fraude Electoral, producto de una investigación de la Unidad Antipandillas, misma que reveló que en 2015 cuando buscaba la presidencia, ofreció un millón de dólares a las estructuras criminales a cambio de favores electorales.
A través de las redes sociales, el ahora diputado del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), ha dejado en claro su posición. En 2019, fue enfático en decir que es inocente: “Reitero, soy inocente de lo que un delincuente me acusa, estoy siendo víctima de una campaña que sale de Casa Presidencial. Mi causa es y será defender al pueblo salvadoreño de los engaños y abusos de los populistas que hoy están en el gobierno”, dijo en su momento.
De acuerdo al testigo Noé, que declaró en el juicio “Operación Cuscatlán”, en las pasadas elecciones de 2014, Quijano junto al alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, Arístides Valencia, Salvador Ruano, entre otros funcionarios, se reunieron con cabecillas de pandillas para negociar favores a cambio de votos.
El testigo asegura que Quijano aclaró a los pandilleros que su campaña presidencial difundida en medios de comunicación y en las que se afirmaban lineamientos contra criminales, era solo “una cortina política”.
“Noé” declaró que en esa llamada se habló por primera vez del millón de dólares” y que en la conversación participó el pandillero identificado por su alías “Weekend”.
Después de esa llamada telefónica, Noé dijo que tuvieron otra reunión con Muyshondt y Ruano, para hablar de la petición de la pandilla y que fue hasta en la tercera reunión donde Norman Quijano les ofrecido el millón de dólares.