La Ministra de Salud, Ana Orellana, reconoció que el mejor aliado que tuvo el país en el exitoso combate al dengue y el zancudo transmisor de la mortal enfermedad fue la población quien colaboró y brindó apoyo.
El dengue golpeó y pegó fuerte en los vecinos países de Guatemala y Honduras, incluso Nicaragua y México, pero El Salvador supo poner “barricadas” en la frontera y poner contra las cuerdas al zancudo y los criaderos consiguiendo así que la enfermedad no causara destrozos en salud.
La tarea no fue fácil, pero la estrategias rindieron los frutos esperados según estimaciones de la titular del Ministerio de Salud (MINSAL).
“Teníamos una situación epidemiológica muy complicada cuando nosotros asumimos la cartera de Salud”, dice Orellana, quien números en mano ejemplifica como el dengue causó destrozos en la región.
“Estaba complicado, pero comenzamos a trabajar, diseñamos las estrategias para eliminar zancudo y en este caso consideramos que quizás nuestro mejor aliado fue la población. Fue la población que nos ayudó y nos colaboró y por eso tenemos este resultado”, declaró.