A la sala de redacción de Última Hora SV llegó una denuncia de una docente del oriente del país, sobre las precarias condiciones en las que están desde hace años, lo que le indigna fue el acto de inauguración del año escolar donde inviertieron miles de dólares para demostrar que todos los estudiantes están en las mismas condiciones, pero no es así.
El programa insignia del gobierno de Salvador Sánchez Cerén “un niño, una niña, una computadora” parece que no llega a todos los estudiantes del sector público como en la zona nor-oriente del país, como mobiliarios y mucho menos fondos para atender algunas necesidades administrativas.
Una maestra denunció que la matrícula de su Centro Escolar es de aproximadamente 800 alumnos y el Ministerio de Educación envió únicamente a 10 computadoras, de las cuales 4 están con desperfectos, “no es cierto ese lema un niño, una niña, una computadora. Como hacemos para atender la demanda tecnológica”.
También el mobiliario que tiene están en mal estado “son mesas, escritorios y pupitres que fueron entregados en la gestión del ex presidente de la República, Tony Saca, desde entonces no tienen mantenimiento”, dijo la maestra Lorena (nombre ficticio).
Las necesidades son tantas, que el esposo de uno de las docentes de esa escuela pública tuvo que invertir fondos propios para reparar sillas de parvularia. “Sólo contaba la escuela con 60 dólares para comprar pernos y de una pizarra vieja se sacó tablas para el respaldo de las sillitas de esa sección”.
Otro problema que tienen los maestros del oriente del país es con la entrega de los paquetes escolares. Dice la maestra Lorena que “llegan tarde y no es que el gobierno ponga dinero, sino que los pagamos todos con nuestros impuestos”.
La deuda que tienen la cartera de Estado con los proveedores trae sus consecuencias, “nos llega tarde llegan los uniformes y zapatos; como les pagan bien tarde de mala gana los hacen. El año pasado el segundo uniforme lo dieron en octubre y otros en noviembre, cuando había terminado el año escolar”.
Las precarias condiciones en que están las escuelas de la zona norte de Morazán no sólo llegan ahí, el colmo fue que no tienen material educativo “libros” y programas educativos, esto obliga a los docentes a usar libros de la última gestión de ARENA.