El reciente desastre provocado por el colapso de una enorme represa que contenía agua y desechos minerales en Brasil, y provocó la muerte de más de 110 personas, alrededor de 238 desaparecidos y cuyo aluvión destruyó a su paso más de cien casas y 270 hectáreas de terrenos es un claro ejemplo de los daños que provoca la sobre explotación de la minería metálica en el mundo.
A una semana después de la tragedia en el sitio, propiedad del gigante minero Vale, los servicios de rescate siguen con las labores para intentar localizar los 238 desaparecidos, informó el Cuerpo de Bomberos del estado de Minas Gerais, al que pertenece la zona afectada.
Hasta este jueves solo 71 de los 110 fallecidos habían sido identificados, la mayoría trabajadores de la mina, que se encontraban en el comedor de la compañía tomando sus alimentos, cuando fueron sorprendido por el alud de lodo y desechos minerales.