En una publicación de la UCA, explica que los fondos de pensiones han servido, desde el gobierno de Antonio Saca, para aliviar las finanzas del Estado, y eso ha incidido en que las pensiones sean muy bajas, a tal grado que las mujeres pensionadas recientemente dan testimonio de que su pensión no pasa del 30% del último salario recibido.
La culpa no es solo es del Estado, ya que las pensiones son exiguas porque un sistema de ahorro privado no puede proporcionar buenas pensiones, y su monto se reduce aún más porque desde 2006 el Estado fue autorizado a tomar parte del ahorro de los cotizantes pagando a cambio un interés bajo en comparación a las tasas de otros instrumentos financieros.
A lo anterior se le suman las comisiones que cobran las AFP por simplemente administrar los fondos, convirtiéndolas en el mejor negocio de El Salvador, así los beneficios de las AFP en 2016 equivalieron al 53% de su patrimonio neto, el segundo mayor de la región. Por contrapartida, el fondo acumulado de pensiones de los trabajadores registró un rendimiento promedio anual del 2.6%, el más bajo entre todos los países de la región.
Cabe señalar que los eventos y publicaciones de estos días buscan preparar el terreno ante la llegada del nuevo Gobierno, pues Nayib Bukele, durante la campaña, prometió que mejoraría las pensiones.
«Una nueva reforma de pensiones debe garantizar que el Estado no afecte los ahorros de los cotizantes y evitar que las AFP sigan haciendo negocio a costa de los trabajadores», enfatiza la publicación del Alma Máter.
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— UCA El Salvador (@UCA_ES) 5 de abril de 2019