Los disturbios suscitados este jueves en Santa Tecla dejaron un resultado fatal, con la muerte de Iván Alexander Sandoval, de 37 años de edad, quien era un vendedor de tortas, según manifestó el propio alcalde de la localidad, Roberto d’Aubuisson.
Iván resultó herido de bala en la zona del cráneo como consecuencia de los disparos efectuados por los elementos del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM), quienes con balas repelieron las protestas de los vendedores, una decisión muy desatinada, la cual provocó el deceso del vendedor.
El caso de Iván se vuelve lamentable, ya que refleja la situación de muchos salvadoreños que a falta de oportunidades tanto académicas como laborales, deciden emprender su propio negocio el cual es de carácter informal, para ganarse el sustento diario de ellos y sus familias.
Sin embargo, se vuelve irónico que una alcaldía gobernada por el partido que promete 300 mil empleos con su candidato presidencial, fuera la que arrebató la vida a un emprendedor, cuyo pecado fue, ganarse la vida honradamente.
Así como Iván, hay muchos salvadoreños, quienes en algunos casos hundidos en la desesperanza, optan por emigrar en busca del llamado «Sueño Americano» una situación que últimamente se ha visto reflejada en las caravanas que parten hacia Estados Unidos.
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