Al menos 37 personas fallecieron el pasado sábado 20 de agosto como consecuencia de las lluvias torrenciales que han azotado el norte y este de la India, que han causado inundaciones y deslizamiento de tierra.
Las autoridades han informado de que el balance de víctimas podría aumentar, pues por el momento hay varias personas desaparecidas.
Además, también las pérdidas materiales han sido múltiples. Puentes, líneas ferroviarias, carreteras y viviendas han sufrido graves daños. Las autoridades indias han ordenado el cierre de todas las carreteras que conducen a las zonas afectadas.