Rubén Martínez Bulnes es uno de los escultores más prolíferos de nuestro país. Su obra más importante es la Iglesia El Rosario, considerada es considerada como una de las tres mejores de Latinoamérica.
Recientemente, el alcalde Nayib Bukele, lo nombró Hijo Meritísimo de San Salvador, en honor a su trayectoria.
El interior de una de las joyas del Centro Histórico de San Salvador, la iglesia El Rosario, es espectacular a cualquier hora del día, pero en esta época del año su encanto se multiplica a media tarde. Los rayos del sol caen directos sobre la fachada del templo, la que da al parque Libertad, y las vidrieras acentúan su colorido en el interior.
La iglesia ubicada entre la 4a. calle Oriente, y 6a. Av. Sur, posee una estructura arquitectónica moderna, y marcó un hito para la época por romper con lo tradicional.
El templo actual, edificada a partir de 1964, rompió con los convencionalismos de la época y construyó la parroquia con un diseño diferente a los templos católicas de la época, hechos en forma de cruz.
“Cada detalle de la edificación fue pensada para crear un espacio donde los católicos pudieran encontrar luz y paz para poder comunicarse con la divinidad de Dios”, ha explicado Martínez Bulnes en algunas entrevistas.
La infraestructura del Rosario tiene una curvatura perfecta, lo cual se debió al terreno designado para la construcción de la obra; está diseñada como un puente, donde solo fueron utilizados hierro, concreto y trozos de vitral traídos de Francia, especialmente para ese proyecto.
Hoy luego de las obras de revitalización en el Centro Histórico, el templo luce aún más atractivo lleno de colores y su singular infraestructura.