Al ex fiscal Luis Martínez y al ex presidente Mauricio Funes, antes de ser electos para sus respectivos cargos, los unía un poderoso enemigo en común: las deudas con los bancos y los agobiantes pagos en las tarjetas de crédito. Parece ser que tanto era el agobio con las deudas, que esa fue su prioridad durante sus primeros días de mandato.
Información revelada en los últimos meses señalan que tanto Funes como el ex fiscal entraron a sus cargos completamente quebrados económicamente. Martínez, por ejemplo, tenía tres cuentas en dos bancos diferentes antes del 4 de diciembre de 2012, cuando asumió como Fiscal General: una estaba inactiva por falta de fondos; en otra, debía $136.19, y la última apenas manejaba $11 dólares. Pero lo más preocupante para Martínez, era que estaba como “moroso” y en proceso de embargo por su casa valorada en más de 200 mil dólares. Antes del 2009, Funes también era un cliente frecuente de los call center de cobro por no poder pagar sus deudas e incluso su nombre llegó a ser publicado en un periódico, exhortándolo a “acercarse a solventar deudas pendientes”.
Pero todo cambió cuando llegaron a sus cargos. El fiscal Martínez, con apenas $11 dólares en sus cuentas, logró pagar en apenas 3 meses casi un cuarto de millón de dólares, pero recibió la ayuda de su “amigo”, como el entonces presidente Funes lo llamaba, para poder salir adelante. Funes le entregaba mensualmente de sobresueldo entre 10 mil a 20 mil dólares con tal que no lo investigaran por los casos de corrupción en los que estaba señalado y, sobre todo, por la “Tregua” o pacto que había alcanzado con las pandillas.
Incluso, la amistad entre ambos debió ser tan fuerte, que el día en que Martínez fue electo como Fiscal General, recibió de regaló de parte de Funes y de su flamante pareja, Ada Mitchell Guzmán, conocida popularmente como “la Michi”, una lujosa camioneta Mercedes Benz 2009 blindada con un valor de casi $70 mil dólares. No fue lo único, en menos de dos años, la Michi le regaló otros dos vehículos de lujo a Martínez, incluyendo una BMW X6 blindada.
A Funes y Martínez no sólo los unía los negocios, sino también los gustos por los lujos y las cosas caras. Martínez, su esposa y su hijo gastaron $423,710.38 en tarjetas de crédito en apenas 3 años, de los cuáles solo pudieron justificar $16 mil. Tal como Funes, Martínez se hospedaba en hoteles lujosos como la Torre Trump o se compraba ropa cara como Lacoste y Hugo Boss, pero donde más compartían gustos eran en zapatos y joyas: ambos usaban calzado Ferragamo y relojes Cartier. Martínez y Funes hablaban el mismo idioma. Funes, sus hijos y sus dos parejas, Vanda Pignato y la Michi, llegaron a pagar $1.2 millones en tarjetas de crédito y lujos en los años que estuvieron en Casa Presidencial.
En una época en que las Redes Sociales hablan solamente de una, de devolver lo robado durante los años de corrupción en los gobiernos de Francisco Flores, Antonio Saca y Mauricio Funes, destaca también un twitter de un usuario que pedían #DevuelvanLoTarjeteado