Eta, que llegó a ser un huracán categoría 4, se convirtió en una tormenta tropical, disminuyendo la velocidad de sus vientos y la peligrosidad del mismo.
A pesar de eso, aún puede provocar catástrofes en nuestro país, como deslaves o inundaciones a causa de las recientes lluvias constantes que han cargado las tierras de agua.
Además, también se ha registrado un aumento en las cauces de algunos ríos, como el Lempa, poniendo en riesgo a muchos salvadoreños que por prevención ya fueron evacuados por el Gobierno del Presidente Bukele.
