Varias decenas de estudiantes y algunos padres de familia se plantaron frente la Casa Blanca, en Washington, para protestar por la falta de controles más rigurosos en la venta de armas.
La protesta surge luego de que el pasado miércoles ocurriera la masacre que dejó 17 muertos en una escuela secundaria de Parkland, Florida, Estados Unidos.
Los estudiantes se tendieron sobre la Avenida Pensilvania, frente a la las oficinas principales del gobierno de los Estados Unidos, en grupos cada tres minutos, con lo que simbolizaron el tiempo que Nikolas Cruz, autor del tiroteo, tardó en comprar el fusil AR 15 con el que mató a los 17 estudiantes.
«Queremos enviar un mensaje a los políticos, decirles que tienen que hacer algo ante esto, que es su responsabilidad, porque ellos dan voz al pueblo y nosotros somos el pueblo», dijo Eleanor Nuechterlein.