Este lunes 28 de febrero, se cumple un año de la victoria de Nuevas Ideas en las elecciones municipales y legislativas, en la que terminaron con la hegemonía de ARENA y del FMLN en la política.
Tras décadas de control ejecutivo y legislativo, en la que múltiples decisiones manchadas con corrupción fueran tomadas, controlando múltiples poderes estatales a su favor, finalmente el pueblo salvadoreño hizo justicia, al convertir en dos partidos irrelevantes a los principales culpables de la desestabilidad de El Salvador.
FMLN: el más afectado en los comicios
El FMLN se volvió el partido que más sufrió en los resultados electorales del 2021, tras una aplastante derrota en la que pasaron de tener 23 legisladores a solo 4, volviéndose una fracción irrelevante, cuya decisión no puede afectar nuevamente al país.
Nota de referencia: FMLN solo obtuvo cuatro diputados en las elecciones del 28F
Dos gobiernos fallidos del FMLN y una errónea alianza con su acérrimo rival histórico ARENA, provocaron una decadencia que pronostica acabar con el partido en el futuro cercano.
Las repercusiones de décadas de malas decisiones del partido de izquierda que se armó durante la guerra civil para «defender a la población», terminaron volviéndose uno solo con la oligarquía salvadoreña, provocando que luego de disputar ser la primera fuerza política en El Salvador, fuera relegado al cuarto puesto.
Nota de referencia: ARENA y FMLN consolidan su alianza política
ARENA: El último intento por recuperar relevancia
ARENA fue el otro gran perdedor de las elecciones legislativas, en la administración anterior contaban con 38 diputados, con los cuales se les facilitaba tomar decisiones que beneficiaran a sus financistas, aún cuando no fueran favorables para los salvadoreños.
Nota de referencia: Señalan que ARENA y FMLN se repartían el poder para beneficio de ellos y sus financistas
Como consecuencia, la población salió masivamente a hacer valer su derecho al sufragio para arrebatar el poder a ARENA, reduciendo su fracción a solo 14 legisladores, de los cuales algunos fueron separados por corrupción, y otros renunciaron del partido por la mala administración de sus dirigentes.
A pesar de eso, ARENA continúa intentando atacar al Gobierno, llegando a difundir mentiras para dañar y desgastar la imagen de funcionarios y así tratar de mantener relevancia a costa de jugadas sucias, como última alternativa.