#EspecialUH: El cerco de Soyapango presagia el final de las pandillas

Por Redacción UH

El lunes en la madrugada, el Presidente Nayib Bukele, ordenó implementar un cerco en el municipio de Soyapango, movilizando a más de 1,500 policías y 8,500 soldados, con el fin de dar cumplimiento a la Fase 5 del Plan Control Territorial, y extraer a los pandilleros escondidos y hacerlos pagar ante la justicia por sus delitos.

Los resultados fueron inmediatos, en las primeras 24 horas se logró la captura de 140 pandilleros que trataban de esconderse del Régimen de Excepción y de la justicia que ahora sí actúa a favor de los salvadoreños.

Percepción de la población a las estrategias de seguridad

La población de Soyapango ha expresado su apoyo total a las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno, pues de esa manera se sienten más tranquilos y confían que las autoridades ganarán la batalla a las pandillas.

Un ejemplo es el caso de Santana de Jesús Díaz, una adulta mayor que afirmó que antes no podía dormir tranquila por el miedo que sentía ante los pandilleros, y que ahora su realidad ha cambiado gracias al masivo despliegue militar y policial.

La mayor logística militar de la historia en beneficio de los salvadoreños

Según el Presidente Nayib Bukele, el desplazamiento de más de 10,000 cuerpos de seguridad entre policías y militares, es un hito histórico en materia de logística castrense y de seguridad pública, y que a diferencia de los últimos años, ahora la Fuerza Armada y la PNC trabajan en beneficio del pueblo.

«Por cierto, nunca en la historia de nuestro país, se había logrado concentrar una cantidad así de tropas. La movilización de una división completa del ejército sólo estaba en manuales, pero jamás se había hecho en El Salvador. Este también es un logro logístico sin precedentes», expresó el Mandatario.

Además, las autoridades aseguraron que el cerco en Soyapango durará hasta que ya no haya ningún pandillero en el municipio, presagiando el final de las estructuras terroristas que dominaron el país por décadas, quitándole el poder a los gobernantes y dañando a los salvadoreños.