El diputado por Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila, quien busca la reelección por el departamento de La Libertad en los comicios del 4 de marzo próximo, duda de que a casi dos años de su implementación estén dando los resultados esperados.
«Las medidas extraordinarias fueron un paliativo del cáncer temporal. A estas alturas, cierta parte de esas medidas extraordinarias está en duda si han sido efectivas», escribió en su cuenta de Twitter, en la que compartió un artículo periodístico sobre que los policías ponen los muertos y sus familiares las lágrimas.
El parlamentario, que también ha desempeñado el cargo de director de la PNC, explicó que los cuatro componentes de dichas medidas son la restricción de las visitas, el control del personal de los penales que colaboran en actividades delictivas, la reducción del acceso a las comunicaciones por parte de los pandilleros presos y las audiencias virtuales.
Sobre el tema de las comunicaciones Ávila explicó que: «A estas alturas, lo que debería de garantizarse es que ya no ingresen aparatos a los centros penales».
En el caso del control de las visitas, dijo que: No es lo mismo cortar la visita de los mismos miembros de pandillas, a coartar la visita de un ser querido, de una madre, de un hijo, de un hermano, de una hermana».
Finalmente dijo que las autoridades deben comprender que el problema número uno en El Salvador es la seguridad y que dentro de ello «el número uno, son las pandillas, que se han convertido en un problema social».
El Gobierno por su parte ha presentado una pieza de correspondencia a la Asamblea Legislativa para que los diputados aprueben la segunda prórroga de las medidas extraordinarias que buscan disminuir el accionar de las pandillas y bajar los hechos delictivos, como las extorsiones, que todavía son ordenados desde los centros penales.