Las confesiones del expresidente arenero, Elías Antonio Saca, condenado por corrupción, soterraron más a ARENA luego de que éste revelara que durante su gestión entregó al tricolor más de $7 millones que fueron sustraídos del tesoro público, los cuales habrían utilizado en sus campañas políticas.
Desde que Saca confesó el robo y el depósito millonario a las arcas del partido de oposición, ARENA ha estado en la lupa de la población, pero no de la Fiscalía General de la República (FGR) ni del Tribunal Supremo Electoral, a quienes se les exige iniciar una investigación y cancelar al instituto político.
Recientemente, el fiscal general, Douglas Meléndez fue cuestionado sobre el accionar de la FGR sobre la vinculación del tricolor, sin embargo, éste dijo, despreocupadamente, que no se puede investigar a ARENA porque no se puede meter preso a un partido político.
Anteriormente, Transparencia presentó una demanda contra el partido para que sea también investigado por el financiamiento de $30 millones recibidos por el Centro de Estudios Políticos Dr. José Antonio Rodríguez Porth y la Fundación Libertad y Progreso, los cuales donaron entre 2011 y 2015 provenientes, presuntamente, de lavado de dinero.
Mientras tanto, ARENA continúa esquivando sus responsabilidades con los actos que dos de sus expresidentes han cometido en malversar los fondos del Estado a sabiendas de las interminables necesidades que tiene la población salvadoreña.