Ana María Gracia de Castro fue condenada por el Tribunal de Sentencia de Ahuachapán a 30 años de prisión, tras ser acusada por el delito de homicidio agravado en perjuicio de su hijo recién nacido, en un hecho ocurrido en el cantón El Junquillo.
El pasado 1 de junio de este año, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) de Tacuba indicaron que el médico de turno del equipo Comunitario de Salud Familiar (ECOSF) denunció a de Castro tras haberse rehusando a ponerse bajo control su embarazo.
Ese mismo día, una mujer manifestó que la imputada había abortado en su vivienda y que necesitaba ayuda médica, debido a que se encontraba sangrando, por lo que fue trasladada al Hospital Nacional Francisco Menéndez, de la ciudad de Ahuachapán, donde fue atendida de emergencia, mientras que el bebé había fallecido.
Después de haber realizado la respectiva inspección y levantamiento del cadáver del bebé se detuvo a Ana María, pues al realizar la autopsia el médico forense determinó que el bebé nació vivo, pero que luego fue asfixiado.