La cúpula del FMLN mantiene un silencio sepulcral en torno a la polémica generada por el nuevo edificio legislativo, lo que lo convierte en cómplice del presidente del Congreso, Norman Quijano, en su insistencia de construirlo, a sabiendas de que el presupuesto de $32 millones para el proyecto es un costo demasiado elevado.
Hasta ahora, a la inclaudicable decisión de Quijano de construir la nueva y lujosa estructura administrativa del Parlamento, se han opuesto algunos representantes de los partidos políticos, incluyendo al menos cuatro diputados jóvenes de ARENA, no así legisladores y voceros del FMLN, que se mantienen firmes en no apoyar todas las iniciativas que provengan del Presidente Electo, Nayib Bukele.
Fue precisamente Bukele quien envió a la Asamblea Legislativa una pieza de correspondencia conteniendo la propuesta de reorientar $16 millones de los $32 millones que costará la nueva edificación legislativa, y destinarlos a la construcción de 50 escuelas modelo, incluyendo cinco centros para la enseñanza del arte y la cultura, así como una biblioteca en cada departamento.
Las únicas altas dirigentes del FMLN que se ha pronunciado han sido Nidia Díaz, jefa de fracción, y la exdiputada y secretaria adjunta de la Comisión Política, Nidia Días, quienes expresaron estar de acuerdo con la nueva edificación.