Varias arterías del Gran San Salvador se han vuelto en una amenaza. La Carretera de Oro, ha sido durante los últimos meses escenario de macabras sorpresas e incluso se le conoce como “zona de liberación” de cadáveres o vía donde los homicidas se deshacen de sus víctimas.
Las características de esta vía: poca presencia de autoridades, bajo tráfico vehicular y pocas zonas de habitación la hacen una zona vulnerable
A esta calle se suma el bulevar de Antiguo Cuscatlán, también caracterizado por la poca carga vehiculas, abundante vegetación, escaza vigilancia y por lo general las personas lo usan a diario para ejercitarse.
Solo este año han sido registrados tres asesinatos de mujeres en la zona, según datos de la Policía Nacional Civil. La población ha denunciado la poca atención de la municipalidad ante esta situación que ha desencadenado temor en Antiguo Cuscatlán.