En octubre de 2019, la Cámara Primera de lo Penal resolvió que el magistrado Jaime Escalante no cometió un «delito», sino una «falta» luego de tocar los genitales de una niña.
Escalante Díaz, fue señalado de tocar los genitales de una niña de diez años, no obstante, la Cámara Primera de lo Penal consideró que, la niña, por llevar ropa, el tocamiento no podía ser considerado delito sino una «falta», razón por la cual no se pudo condenar al magistrado.
La resolución de la Cámara Primera de lo Penal causó indignación en mujeres y madres defensoras de los derechos de las niñas y niños, y marcharon exigiendo que se acuse formalmente a Escalante por tal acto.
El sistema de justicia salvadoreña, a partir de este último caso, se ubica en el peor de América Latina, por defender a los agresores antes que a las víctimas, sin embargo la oposición se opone a renovar el sistema judicial actual.