Hoy se suma una fecha importante en la historia de El Salvador: Elías Antonio Saca pasó a ser el segundo exmandatario de la República que es enviado hacia un centro penitenciario nacional, tras ser acusado de actos de corrupción.
Desde tempranas horas, según confirmó la Policía Nacional Civil (PNC), a eso de las 4:00 de la mañana Saca fue remitido de las bartolinas de la División Antinarcóticos (DAN) hacia el penal La Esperanza, conocido como “Mariona”.
El expresidente, quien gobernó bajo la bandera de ARENA (2004–2009), fue enviado al penal junto a exmiembros de su gabinete de gobierno, Elmer Charlaix, Francisco Rodríguez, Pablo Gómez, Jorge Herrera, César Funes y Julio Rank. El exmandatario es procesado por presunto enriquecimiento ilícito.
La orden del traslado fue emitida por el Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador, por lo que la Dirección General de Centros Penales (DGCP) coordinó el proceso.
El primer presidente enviado a un penal
De acuerdo al crítico, editor literario e investigador salvadoreño, Carlos Cañas Dinarte, entre 1948 y 1949 estuvo recluido el general Salvador Castaneda Castro, quien fue enviado a las bartolinas de la Policía Nacional y en la Penitenciaría Central.
“La Penitenciaría Central hoy es el Fondo Social para la Vivienda (FSV), a un costado poniente del parque Bolívar”, indicó Dinarte.
Castaneda Castro se desempeñó como Presidente de la República durante tres años (de febrero de 1945 hasta el 14 de diciembre de 1948).
El caso Flores
Tras ser acusado de desviar una donación de $15 millones del gobierno de Taiwán para proyectos de reconstrucción y atención a víctimas de los terremotos, el exmandatario Francisco Flores fue detenido y enviado a las bartolinas de la División Antinarcóticos (DAN), mas no fue trasladado hacia un penal común.
Flores fue presidente entre 1999 y 2004, también gobernó con el partido ARENA. Falleció el 30 de enero, a los 56 años, luego que sufriera un accidente cerebro vascular que hizo que perdiera el conocimiento.
El caso en su contra se originó tras los terremotos ocurridos en el país el 13 de enero y el 13 de febrero de 2001, con un saldo de más de 1,000 muertos, 8,000 heridos, un millón y medio de damnificados y pérdidas por más de $1,500 millones.