De ser electo el actual candidato presidencial Nayib Bukele como presidente de la República, su llegada a la silla presidencial significaría además, la ruptura de casi tres décadas de bipartidismo en un país marcado por escándalos de corrupción, un alto rechazo hacia los partidos tradicionales y una histórica tasa de desaprobación del actual presidente, así lo enfatiza una publicación de Animal Político.
«Ambos partidos, distintos en ideología pero muy similares a la hora de gobernar, se han caracterizado por escándalos de corrupción, como lo indica la fortuna de los tres últimos expresidentes—dos de ARENA y uno del FMLN—. Francisco Flores (1999-2004) falleció cuando se encontraba en arresto domiciliario imputado por peculado, Antonio Elías Saca (2004-2009) está en la cárcel purgando una condena por lavado de dinero y Mauricio Funes (2009-2014) se exilió en Nicaragua para evitar un juicio por enriquecimiento ilícito. En tanto, el presidente en funciones Sánchez Cerén ha sido acusado de contar con una millonaria partida secreta. Bajo este panorama, no resulta sorprendente que más de la mitad de la gente repruebe la gestión del actual mandatario y el 71.5% piense que el país va por el rumbo incorrecto», destaca la publicación.
Mientras tanto Bukele, quien es la esperanza para muchos salvadoreños cansados de estos dos bloques, aunque tiene a los medios tradicionales en contra, no sólo es el puntero de la elección, sino que su tendencia es positiva y todo parece indicar que logrará el triunfo en primera vuelta.