El derrumbe del bipartidismo en El Salvador, encontró su fin en las pasadas elecciones presidenciales con la llegada de Nayib Bukele, como Presidente Electo.
Sin embargo, en la memoria de los salvadoreños, persistirá el daño que los dos grandes bloques fraguaron en el país, debilitando su economía con graves actos de corrupción, fortaleciendo la delincuencia y condenándolo al estancamiento de su desarrollo.
El reconocido analista político Dagoberto Gutiérrez, quien brinda claras interpretaciones de la historia y de la coyuntura política, señala que el bipartidimo entre ARENA y el FMLN, no fue formado al azar, dejando en evidencia que estos dos bloques, que aparentemente significaban oposición, comparten desde antaño los mismo intereses políticos.
«Bajo una política oficial, se comenzó a establecer una especie de bipartidismo encubierto, entre ARENA y el recién creado partido FMLN, que pasaron a ser las dos vigas maestras el régimen político, encargados de aplicar el neoliberalismo a raja y tabla», explicó.
Gutiérrez además menciona que el neoliberalismo en nuestro país funcionó y se redujo el papel del Estado y se agigantó el papel del mercado, el Estado debe funcionar lo menos posible, debe ser reducido y ganar en eficiencia.
Para las grandes mayorías, la llegada del Presidente Bukele a la silla presidencial, es un hecho histórico que inspira esperanza, después de 30 años de corrupción, despilfarro y negociaciones oscuras del bipartidismo vencido democráticamente en las urnas.
Bajo una política oficial, según @dagoelsalvador se comenzó a establecer una especie de bipartidismo encubierto, entre #ARENA y el recién creado partido #FMLN, que pasaron a ser las dos vigas maestras el régimen político, encargados de aplicar el neoliberalismo a raja y tabla.
— Plataforma (@plataforma_sv) 6 de marzo de 2019