En junio de 2015, Aliados por la Democracia pidió que se aclararan los gastos en publicidad que realizaba el gobierno de Salvador Sánchez Cerén. En febrero de 2014, denunciaron al ex presidente Mauricio Funes ante la Fiscalía por el mal uso de fondos del estado en campaña y por actos arbitrarios. En julio de 2012, denunciaron también a Funes ante la Corte Centroamericana de Justicia para que la elección de magistrados de la CSJ no fuera un reparto partidario o de personas cercana al FMLN, el partido en el poder. Y así podríamos continuar detallando las acciones que el grupo llamado Aliados por la Democracia ha promovido en los últimos años
Todas esas acciones que hizo Aliados por la Democracia, nos parecen bien. Las aplaudimos y creemos a la luz de los hechos recientes que están sustentadas. A todos los salvadoreños también nos interesa que los gastos del gobierno, no sólo en publicidad sino también en cualquier rubro, sean transparentes. A todos los salvadoreños nunca nos ha parecido que se usen fondos públicos en campañas políticas o que alimentan las arcas de algunos pocos. A todos los salvadoreños nos conviene tener unos magistrado de la CSJ probos, sin compromisos partidarios, ni deudas políticas que pagar.
Por ella, a pesar de que aspiran a ser grupo plural y neutral, a Aliados por la Democracia estás palabras les quedan muy grandes sino exigen o se pronuncian esta semana para que se investigue a los “destinarios” en el partido ARENA de los fondos desviados durante los gobiernos corruptos de Francisco Flores y de Tony Saca; así como también por una elección justa de los magistrados en la CSJ.
Tanto daño ha hecho al país la corrupción durante el gobierno de Mauricio Funes, del FMLN, como lo ha hecho la corrupción durante los gobiernos de Tony Saca y los de Francisco Flores, especialmente cuando hay fuertes señales que muchos de los “destinatarios”, es decir los beneficiados de estos dineros desviados, están en ARENA, el PCN y en gremiales como ANEP.
Los Aliados deben de demostrar que creen en la Democracia como un sistema político donde es el pueblo el que tiene la soberanía de quién los gobierna, y eso puede incluir alguien al que ellos no favorecen. Y que, por lo tanto, la democracia puede encumbrar a alguien de derecha, a alguien de izquierda, o como demandan las nuevos tiempos, a alguien sin ideología.
Aliados por la Democracia, si aspira a ser una asociación representante de la sociedad civil, debe de aspirar a ser imparcial y no verse tan cercano a un partido político. Especialmente cuando uno de los principales representantes de Aliados por la Democracia ha sido también expresidente de la ANEP, cargo que también ocupó Tony Saca, y es hermano de uno de los hombres que fue más cercanos del cuestionado Francisco Flores.
Por eso nos preguntamos, después de estos últimos quince días que han sacudido la historia reciente del país, ¿Y dónde están los Aliados por la Democracia? Y lo que es más importante, ¿Son aliados de la democracia o son aliados de un cuestionado partido de derecha vinculado a la corrupción?