El Ministerio de Medio Ambiente confirmó que el volcán de San Miguel ha presentado unas ligeras anomalías en el número de sismos y frecuencias, relacionados a fracturamientos en el conducto volcánico.
Aunque el volcán no representa, por el momento, un peligro para los pobladores, sí se mantiene un control de las variaciones que éste presenta.
La cámara de vigilancia ubicada en el volcán Pacayal no muestra presencia gas en la superficie del cráter, pero se hace un llamado a la población a estar alerta.