La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, informó que recibió instrucciones del presidente Nicolás Maduro para iniciar el proceso de retiro de la Organización de Estados Americanos (OEA), «de realizarse alguna reunión de cancilleres de la OEA que no cuente con el aval, el consentimiento del Gobierno de Venezuela».
La alta funcionaria aseguró que su país no seguirá permitiendo «violaciones a la legalidad, violaciones a la institucionalidad, arbitrariedades que sobrepasan cualquier muro de la moral de la ética y del comportamiento lícito que deben mantener las naciones en esta organización regional».
Las declaraciones se producen luego de que las misiones permanentes del organismo propusieran al presidente de turno que el miércoles se realice un debate para determinar si se convoca a una reunión de cancilleres debido a la crisis que atraviesa el país.
Rodríguez resaltó que «no vamos a permitir que siga esta actuación de una coalición de gobiernos con un sesgo político, ideológico, muy abiertamente conocido, contra Venezuela” y añadió que el organismo «se ha descalificado» por la actuación de su secretario general, Luis Almagro, que ha «intervenido en cualquier asunto referido a la vida de Venezuela».
De igual forma, señaló que el Gobierno venezolano ha «denunciado» que «la violencia extrema, vandálica que ha demostrado la oposición venezolana estas últimas semanas» ha sido supuestamente «alentada» por la «intervención exacerbada» de Almagro y de un grupo de países que procuran la intervención de Venezuela.
El llamado a la reunión fue presentado por Argentina, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Honduras, Jamaica, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Las naciones solicitantes argumentan que el encuentro es necesario por «la creciente preocupación de los Estados Miembros de la OEA ante la situación en» Venezuela.
