A propósito de la celebración de la Independencia, el próximo 15 de septiembre, la Universidad Católica Centroamericana José Siméon Cañas (UCA), afirma en su más reciente editorial que las naciones no pueden llamarse independientes si sus gobernantes son corruptos y autoritarios, que no escuchan ni satisfacen las necesidades más básicas de la población, como empleo, seguridad, salud y educación.
«Un país no es plenamente independiente si su población no goza de libertad para llevar una vida digna y desarrollar plenamente sus capacidades, cuando no puede ejercer sus derechos… Y un Estado deficiente, incapaz de cuidar a la gente que le da fundamento, no puede decirse libre», afirma.
No pueden llamarse libres, ni independientes, «naciones caracterizadas por el autoritarismo y la corrupción, en las que los ciudadanos no son escuchados, donde es fácil reprimir y violar derechos humanos», agrega la nota editorial, que señala también que la independencia debe sustentarse hoy en la democracia, la institucionalidad firme, la participación ciudadana, la transparencia y redes de protección adecuadas y con cobertura universal de las necesidades más sentidas por los habitantes.
Mientras haya abuso de minorías sobre mayorías y de poderosos sobre débiles, «no podemos hablar de independencia plena. La necesidad de emigrar a causa de la situación económica o de la violencia, el desplazamiento forzado por la brutalidad de unos pocos, no hace libre ni independiente a nadie», destaca.
La verdadera independencia en tiempos modernos debe ser un estímulo para acabar con la desigualdad entre las personas, combatir la violencia, el trabajo precario, la debilidad institucional y la pobreza, para evitar que estos males sean el azote cotidiano de la gente.
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— UCA El Salvador (@UCA_ES) 10 de septiembre de 2018