Las acusaciones de organizaciones sociales y la oposición política sobre las posibilidades de fraude electoral en las próximas elecciones, dieron insumos al presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo, que aprovechó la convocatoria a los comicios para vociferar un discurso incendiario, que generará mayor incertidumbre sobre el proceso electoral que se avecina, según editorial de la Universidad Centroamericana (UCA).
Pero lo más cuestionable al presidente del organismo rector de las elecciones, según la UCA, fue la andanada de señalamientos que Olivo hizo contra la Sala de lo Constitucional, que independientemente de su validez o no, no fueron oportunos, ni atinados, al hacerlos en el marco de la convocatoria a elecciones en cadena nacional, lo que la UCA califica como una falta de sensatez.
En su discurso el presidente del TSE acusó a la Sala de haber generado una serie de resoluciones, desde su llegada a dicho organismo, las cuales, según él, «han afectado el proceso electoral”.
Olivo continuó con sus ataques y comentó que “la democracia no sale de un escritorio o se construye vía sentencias, sino en grandes acuerdos de país”, al tiempo que pidió respeto a dicho organismo y a sus magistrados.
Ante ello la UCA señala que al presidente del TSE le falta sensatez y que «la autoridad que detenta debe usarla para generar confianza», en lugar de soplar las brazas y atizar el fuego.
El principal empeño del Tribunal debe ser mostrar con hechos que es capaz de administrar con profesionalismo, imparcialidad y transparencia la voluntad popular expresada en el voto. Olivo debió centrarse en cómo realizarán su trabajo, cómo solventarán las deficiencias, en lugar de hilar un discurso incendiario y fuera de tono», lo cual para la UCA es un mal comienzo del proceso electoral del 2018.